Meditación de la lectura:
La familia es importante porque de la prosperidad conyugal y familiar depende la salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana.(CATIC 2207-2213-2250)
Ésta semana, la Cruzada, nos presenta el pasaje da la Biblia que muestra claramente el cuarto Mandamiento: Honrar al padre y a la madre.
Éste Mandamiento implica como valor la familia fundada sobre el matrimonio y ordenada al bien de los esposos, la procreación y la educación de los hijos.(CATIC 2201)
Sin la familia la Iglesia no puede subsistir. Hoy el demonio sabe dónde golpear. Primero atacó a la Eucaristía por medio de los protestantes y ahora ataca a la familia cristiana: por medio de la ideología del género, despreciando la maternidad y excitación de la prostitución y la lujuria, aprobación legal y social del aborto, destrucción del noviazgo cristiano y de la castidad como valor o ideal, destrucción de la fidelidad conyugal y aceptación social del divorcio, aborrecimiento de la autoridad de los padres sustituyéndolo por opiniones de otros o de los medios de comunicación y educación impuesta por el Estado que discrimina los valores del espíritu.
Ante esto no es fácil hoy vivir cumpliendo, como familia, el compromiso apostólico; muchas veces nos da la sensación de que la sociedad nos ridiculiza, pero a pesar de esto no hemos de dar la situación como perdida. Nuestro querido Papa, Benedicto dice: “(...) debemos unirnos con mayor fidelidad al Señor y con una renovada esperanza de que, cuándo Dios quiera y sólo sabe él cómo, la semilla sembrada fructificará.”
Digamos entonces como Pablo: “Ay de mí sino anunciara el Evangelio”; esto suscitará en nuestra familia y también en la Iglesia una nueva acción misionera que acabará por implicar la responsabilidad de todos los miembros del pueblo de Dios, ya que quién ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí.( Novo millenio ineunti, 40)
Concluyamos entonces con las palabras de Benedicto el Miércoles de Ceniza, 1 de marzo de 2006: “ Si llevamos en el corazón y en la mano el Evangelio de Jesucristo no hay ninguna razón para el miedo y la cobardía. Anunciemos en familia a Jesucristo con entusiasmo, siendo al mismo tiempo creativos y fieles al mensaje recibido. El apoyo y la guía de María esposa y madre, no nos faltará. Ella, con San José, su esposo, han sido el vehículo por el cual Dios Padre nos ha enviado a su hijo, el Dios-con-nosotros, fuente de la vida y esperanza.”
Miremos pues aquel ejemplo de la Sagrada Familia, pongámoslo en práctica para que sean también nuestras familias ejemplos de vidas cristianas “Obedeciendo a Dios ante que a los hombres”(Hech. 5, 29).
(Meditemos unos minutos en silencio)
Oración de los fieles:
A cada intención repetimos: “ Jesús Misericordioso, escucha nuestra oración”
U: Para que en nuestro país, cada familia, sepa dar testimonio cristiano imitando el mayor ejemplo: el de la Sagrada Familia.
Oremos...
U: Para que sean, también, nuestras familias vehículos por los cuales Dios traiga a su Hijo Jesucristo nuevamente a nuestra sociedad.
Oremos...
U: Y para que nuestra madre, María Santísima, nos ayude a cumplir el cuarto Mandamiento: Honrar al padre y a la madre, y así poder ser felices y gozar de larga vida aquí en la tierra.
Oremos...
U: Oremos.
La familia es importante porque de la prosperidad conyugal y familiar depende la salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana.(CATIC 2207-2213-2250)
Ésta semana, la Cruzada, nos presenta el pasaje da la Biblia que muestra claramente el cuarto Mandamiento: Honrar al padre y a la madre.
Éste Mandamiento implica como valor la familia fundada sobre el matrimonio y ordenada al bien de los esposos, la procreación y la educación de los hijos.(CATIC 2201)
Sin la familia la Iglesia no puede subsistir. Hoy el demonio sabe dónde golpear. Primero atacó a la Eucaristía por medio de los protestantes y ahora ataca a la familia cristiana: por medio de la ideología del género, despreciando la maternidad y excitación de la prostitución y la lujuria, aprobación legal y social del aborto, destrucción del noviazgo cristiano y de la castidad como valor o ideal, destrucción de la fidelidad conyugal y aceptación social del divorcio, aborrecimiento de la autoridad de los padres sustituyéndolo por opiniones de otros o de los medios de comunicación y educación impuesta por el Estado que discrimina los valores del espíritu.
Ante esto no es fácil hoy vivir cumpliendo, como familia, el compromiso apostólico; muchas veces nos da la sensación de que la sociedad nos ridiculiza, pero a pesar de esto no hemos de dar la situación como perdida. Nuestro querido Papa, Benedicto dice: “(...) debemos unirnos con mayor fidelidad al Señor y con una renovada esperanza de que, cuándo Dios quiera y sólo sabe él cómo, la semilla sembrada fructificará.”
Digamos entonces como Pablo: “Ay de mí sino anunciara el Evangelio”; esto suscitará en nuestra familia y también en la Iglesia una nueva acción misionera que acabará por implicar la responsabilidad de todos los miembros del pueblo de Dios, ya que quién ha encontrado verdaderamente a Cristo no puede tenerlo sólo para sí.( Novo millenio ineunti, 40)
Concluyamos entonces con las palabras de Benedicto el Miércoles de Ceniza, 1 de marzo de 2006: “ Si llevamos en el corazón y en la mano el Evangelio de Jesucristo no hay ninguna razón para el miedo y la cobardía. Anunciemos en familia a Jesucristo con entusiasmo, siendo al mismo tiempo creativos y fieles al mensaje recibido. El apoyo y la guía de María esposa y madre, no nos faltará. Ella, con San José, su esposo, han sido el vehículo por el cual Dios Padre nos ha enviado a su hijo, el Dios-con-nosotros, fuente de la vida y esperanza.”
Miremos pues aquel ejemplo de la Sagrada Familia, pongámoslo en práctica para que sean también nuestras familias ejemplos de vidas cristianas “Obedeciendo a Dios ante que a los hombres”(Hech. 5, 29).
(Meditemos unos minutos en silencio)
Oración de los fieles:
A cada intención repetimos: “ Jesús Misericordioso, escucha nuestra oración”
U: Para que en nuestro país, cada familia, sepa dar testimonio cristiano imitando el mayor ejemplo: el de la Sagrada Familia.
Oremos...
U: Para que sean, también, nuestras familias vehículos por los cuales Dios traiga a su Hijo Jesucristo nuevamente a nuestra sociedad.
Oremos...
U: Y para que nuestra madre, María Santísima, nos ayude a cumplir el cuarto Mandamiento: Honrar al padre y a la madre, y así poder ser felices y gozar de larga vida aquí en la tierra.
Oremos...
U: Oremos.
Jesús Misericordioso, que nos salvaste muriendo en la Cruz por nuestros pecados y nos alegraste con tu Resurrección; concédenos, que imitando a tu Madre Santísima, demos a conocer de un mejor modo el Evangelio. Por Cristo nuestro Señor.
T: Amén
* Rezo de la Coronilla.
* Oración por la Patria.
* Cantar a Jesús Misericordioso Ej: “ Cristo Jesús”
* Rezo de la Coronilla.
* Oración por la Patria.
* Cantar a Jesús Misericordioso Ej: “ Cristo Jesús”